martes, noviembre 10, 2009

Cazador de Espíritus


No me cuesta ser racional contigo, pero mientras más te razono, más siento empatía con los aturdidos. Demente, perturbada, lunática, desequilibrada, chalada; la manía viene en dosis pequeñas, ácidas, ásperas, corrosivas; sin horarios y sin expectativas. Mordiente de mis neuronas: no temo perder la cordura, si por cada inferencia lógica, estoy a un paso más cerca de ti.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Felices los normales

Felices los normales, esos seres extraños,
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.

Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.

Roberto Fernandez Retamar

Anónimo dijo...

Alguna vez José Emilio Pacheco se negó a leer su poesía en un recital, pues decía que te quitaba la oportunidad de escuchar tu voz.

En este poema haces que tus palabras sean mi voz, por un instante al menos...

XND dijo...

Quién quién quién será.

Quién quién quién será.

Quién será el afortunado en descifrar el mensaje oculto. Quién será el que se dé cuenta, y aproveche la urgencia. La necesidad contenida. Quien se vuelva un furtivo proveedor de placer imposible. Prohibido.

Quién será el que traspasa la pantalla luminosa y se postra en tu lecho privado donde yace la chispa que detone el incendio.

El consolador del arranque visceral.

Sigo, pensando que éste blog desborda gules. Por éso no puedo pensarte de otra manera cuando te leo, que la que ya te he confesado.

Tienes estos arranques desquiciados, ocluyendo rabiosamente otras Descaradas zafadurías ofrendadas anhelando recorrerte afanosamente.

Xabo Martínez dijo...

La logica de la locura, el puente que hay que atravesar para llegar a esa sinrazon que sin embargo nos sienta como un traje a la medida.


Tu lenguaje detona.

Un saludo.