domingo, octubre 10, 2010

10.10.10

Eres mi chica de los ochentas.
Fue lo último que escuché antes de parpadear y encontrarte muriendo entre mis manos.

Te dije que morirías, y que sería mío tu último aliento, que tu vida en un espasmo sería resguardado en mi cuerpo. Decidiste creer que mentía, decidiste andar frente a mis ojos con cinismo, y ahora que tus desorbitados ojos marrón se miran reflejados en los míos, entiendes, que ya no habitarás otro espacio mas que el de mis recuerdos.

Entonces me amas, un segundo.

2 comentarios:

Xabo Martínez dijo...

Esa ultima vuelta de tuerca me descoloco, ¿fue eso un instante de arrepentimiento?

Abrazos.

Theo Leinad dijo...

Que bonito escrito, yo creo que el mejor de todos, sin embargo aún no los leo...