miércoles, mayo 19, 2010

Falso testigo


Las ventanillas
se han cerrado
como párpados

en el espacio finito de un blanco frio

Los altavoces,
se han silenciado
cómo labios.

en la polvosa fachada de un rostro inherte

Las escotillas,
hermetizadas
como piel.

en el cuerpo desnudo y desaturado

Se recrean
en el reflejo estático
de un interior mutante.

saturado

Se diluyen
en el cerebro,
con el escándalo resguardado,
de un infinito particular.

no tienes nada en las manos.

1 comentario:

Theo Leinad dijo...

Tengo un par de mitones, para no decir guantes...